La acción de un policía auxiliar de la SSC que salvó la vida de un niño de dos años en CDMX

Un niño de dos años fue salvado de morir asfixiado gracias a la rápida reacción de un policía auxiliar de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.

El incidente ocurrió en la alcaldía Magdalena Contreras, donde el menor se atragantó con un dulce. Gracias a la maniobra de primeros auxilios realizada por el oficial, el dulce fue expulsado y el niño logró estabilizarse.

¿Qué hacer en caso de un atragantamiento?

El hecho tuvo lugar en la colonia Potrerillo, cuando un hombre de 61 años, abuelo del menor, salió desesperado de su casa para pedir ayuda. Al ver la gravedad de la situación, el oficial aplicó la técnica OVACE (Obstrucción de la Vía Aérea por Cuerpo Extraño), que consiste en colocar al menor boca abajo y darle palmadas en la espalda. La técnica fue eficaz y permitió que el niño volviera a respirar con normalidad.

Poco después, paramédicos de la alcaldía llegaron al domicilio para valorar al menor. Determinaron que no era necesario trasladarlo al hospital, ya que se encontraba fuera de peligro. La familia agradeció profundamente al policía por su conocimiento en primeros auxilios, el cual resultó crucial para evitar una tragedia.

La SSC destacó que sus elementos están capacitados para responder ante emergencias médicas como el atragantamiento, una condición que puede comprometer la vida de una persona en cuestión de minutos. En casos de obstrucción total de las vías respiratorias, actuar con rapidez es fundamental para salvar vidas.

En niños mayores de un año y adultos, la técnica recomendada es la maniobra de Heimlich, que consiste en presionar el abdomen con movimientos rápidos hacia adentro y hacia arriba.

En caso de inconsciencia, se debe aplicar RCP (reanimación cardiopulmonar) y llamar inmediatamente a los servicios de emergencia. Para bebés menores de un año, el procedimiento incluye golpes en la espalda y compresiones torácicas con dos dedos.

Los riesgos del atragantamiento

El atragantamiento puede ser total o parcial, y sus signos incluyen coloración morada de la piel, dificultad para respirar o la imposibilidad de emitir sonidos. El signo universal de atragantamiento es cuando la persona se lleva las manos al cuello.

Conocer y aplicar estas maniobras de desobstrucción, incluso en uno mismo usando una silla o superficie firme, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

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